Transportistas y hospitales afectados por cierre de acceso. Presenta memorial con mil firmas a Emape

Comas.- El cierre de la rampa de acceso de la avenida Honduras (22 de Agosto) hacia la vía principal de la avenida Túpac Amaru y la avenida Puno ha generado gran malestar entre miles de vecinos de Comas, quienes denuncian que la medida pone en riesgo la seguridad de más de 100 mil personas.

La clausura forma parte del nuevo diseño de la obra de renovación y mejoramiento de la avenida Túpac Amaru, ejecutada por el Consorcio Túpac Amaru bajo la supervisión de Emape.

Sin embargo, los pobladores de las urbanizaciones Huaquillay, Parral, Santa Luzmila y los asentamientos humanos de la Zonal 02 de La Libertad afirman que la decisión los deja sin un acceso inmediato y directo ante situaciones de emergencia.

La preocupación creció tras un incendio ocurrido semanas atrás en la cuadra 14 de la Av. Puno, donde los bomberos de la Compañía de Santa Luzmila demoraron más de 40 minutos en llegar al siniestro debido al cierre de la rampa. Para entonces, el fuego ya había consumido varias viviendas.

Vecinos y dirigentes sostienen que esta situación pone en peligro la vida de miles de familias, pues la rampa era la única conexión rápida entre la parte baja y alta del distrito. “No se puede cerrar la única ventana de acceso para nuestra población”, advirtieron.

El cierre también afecta a transportistas y comerciantes de la zona, quienes ahora tardan más en trasladar mercancías, lo que incrementa costos logísticos y de abastecimiento. A ello se suma la preocupación de los pacientes del Hospital Guillermo Molina EsSalud y el Hospital Materno Infantil de Santa Luzmila, ubicados en la avenida Guillermo La Fuente y en la avenida 22 de Agosto, respectivamente, ya que los accesos hacia estos establecimientos se vuelven más complicados.

La Comisión de Coordinación Unificada por el Desarrollo y la Dignidad de Comas presentó un memorial con más de mil firmas a la gerencia de Emape, exigiendo alternativas que garanticen la seguridad de los vecinos. Una de las propuestas es la construcción de un óvalo que conecte la avenida Túpac Amaru, la avenida Honduras y la avenida Puno.

Para ello, plantean la liberación de un espacio público actualmente ocupado por el Colegio Jesús Obrero, así como la reubicación parcial de algunas propiedades privadas.

Los vecinos consideran absurdo que se cierre un acceso fundamental sin ofrecer alternativas viables que garanticen movilidad y seguridad.

Mientras tanto, la comunidad espera una respuesta oficial de las autoridades municipales y de Emape, con el objetivo de evitar nuevas tragedias y garantizar que la obra de mejoramiento realmente beneficie a la población.